No sabemos qué es más increible, que salte por encima de una pinada de unas cuantas decenas de metros, o que abra el paracaídas en el último segundo literalmente.
Un salto de infarto.
No sabemos qué es más increible, que salte por encima de una pinada de unas cuantas decenas de metros, o que abra el paracaídas en el último segundo literalmente.