El lamentable incidente ocurrió en la undécima jornada de la Segunda División del fútbol inglés. El guardameta del Sheffield Wednesday, Chris Kirkland, fue objeto de una terrible agresión por parte de un aficionado que saltó al césped poco después de que su equipo, el Leeds United, consiguiera el gol del empate (1-1).
El espontáneo, que acabó detenido por los cuerpos de seguridad, invadió el campo por uno de los fondos corriendo a golpear a traición al guardameta Kirkland, que quedó tendido en el suelo.